Efectivamente, agua y barro es lo que nos ha deparado la etapa de hoy.
Anoche después de ver el partido del Madrid-Bayer, nos fuimos a la cama,
unos más contentos que otros, los de la tele anunciaban agua para hoy pero
siempre queda la esperanza de que se equivoquen, pués no, acertaron los
puñeteros.
Eran las siete de la mañana cuando sonó la alarma del móvil, recogimos, nos
vestimos de ciclista, abrimos la ventana y vimos que efectivamente era agua
lo que caía del cielo, nos volvimos a meter en la cama con el pijama de
ciclista hasta las ocho y media en que paró un poquito, a las nueve
empezamos a pedalear rumbo a El Real de la Jara, seguimos los consejos de
una chica del pueblo, amante de los caballos y cogimos la carretera. Fueron
14 kilómetros, con un buen paisaje, que nos ahorraron un gran desgaste
físico ya que este tramo por el camino es poco ciclable. A las diez y media
estábamos desayunando en el Real de la Jara y poco más tarde continuábamos
dejando la provincia de Sevilla y entrando en la de Badajoz.
La lluvia era muy fina y soportable, el paisaje expectacular, parecía que
estábamos pedaleando por tierras de Irlanda, las ovejas, la lluvia, la
niebla, el verdor del campo eran los elementos que nos hacían trasladar
hasta allí.
Quedaban ocho kilómetros para Monesterio cuando la lluvia apretaba un poco
Quedaban ocho kilómetros para Monesterio cuando la lluvia apretaba un poco
más fuerte y ya por carretera nacional solitaria y siempre subiendo llegamos
a eso de las dos de la tarde, decidimos parar ya que seguía lloviendo cada
vez más fuerte, aprovechamos para comer un poquito en un restaurante a pie
de carretera y a las tres de la tarde Teo forzó la situación y continuamos
por camino, lloviendo, en dirección Fuente de Cantos.
Han sido 20 kilómetros muy duros motivado por el barro y el agua a
intensidad intermitente. Ha habido momentos en que las bicicletas patinaban
sobre el barro de color oscuro, debido a las cagadas de los animales, se
atrancaban unas veces por el barro en la horquilla y otras el barro en la
cadena que te frenaba totalmente el pedaleo con el consiguiente peligro en
todo momento, yo aprovechaba algún charco para quitar el barro.
Por fín Fuente de Cantos, nos dirigimos a una gasolinera para lavarlas, han
quedado como nuevas, supongo que mañana tendremos que volver a hacerlo.
Una vez en el excelente albergue, un antiguo convento de las Carmelitas,
Una vez en el excelente albergue, un antiguo convento de las Carmelitas,
tras ducharnos y hacer la colada, Javi y yo hemos ido a un super para
comprar los ingredientes de la cena y en el albergue Javi se ha encargado de
cocinar unos excelentes espaguetis que nos ha repuesto del esfuerzo del día.
En general hay satisfascción en el grupo porque hemos superado con un
En general hay satisfascción en el grupo porque hemos superado con un
sobresaliente la dureza de la etapa de hoy.