domingo, 25 de septiembre de 2011



Indicación Ruta del Califato

No me lo podía creer, he mirado el reloj y eran las 10 de la mañana y yo todavía estaba en la cama. A estas horas ya tendría que estar pedaleando por Castro del Río, que está a unos 22 Km. de Montilla. No activé la alarma a las 7,15 y mira por donde. Como el cuerpo es sabio, supongo que es lo que tenía que suceder. Salgo cagando leches y a las 10,30 dejaba atrás Montilla, sin desayunar. Espejo queda en alto y desde que salgo de Montilla tengo su imagen frente a mí. Pienso parar para tomar algo que alivie el estómago, pero los bares y restaurantes a pie de carretera han cerrado el negocio, ya en el pueblo no quiero subir, no me apetece y continuo. Aquí engancho la Ruta del Califato y por Castro del Río veo indicaciones de ello, también y me ha hecho mucha gracia señalizaciones oficiales del Camino de Santiago.
Barrio de la Villa en Castro
Castro del Rio
Parada en Castro del Río, le pregunto a un señor donde puedo desayunar y me indica el sitio pero también se interesa por lo que estoy haciendo ya que le gusta la bicicleta, media hora hablando, todo este rato con la bicicleta entre mis piernas. En el pueblo lo conocen por Vicente “el maestro” está jubilado y aunque no he compartido algunas cosas por ideología, sí que he podido comprobar que es sincero y consecuente, en definitiva un hombre bueno.
Jamón y dos tostadas de pan con tomate y arreando a salir disparado, eso pensaba yo, pero unos señores que estaban en el bar me aconsejan que no me vaya sin ver el barrio de la Villa y me indicaban para arriba. ¡Joder, para arriba no! decía yo para mis adentros. Pues nada, pim...pam, pim...pam y a pedalear hacia arriba. Mereció la pena, tenían razón. Salí de Castro del Río con un buen sabor de boca por todo lo que había acontecido.
Baena
Son las 3 de la tarde cuando llego a Baena, el calor empieza a apretar. Me paro en el bar “El primero de la mañana” que tiene una terraza de aquellas que sueltan vapor de agua y estoy en la gloria, una atención exquisita por parte del camarero y estoy hasta las 5 todo fresquito, me preparan para llevarme una tortilla de patata y un poco de queso para cenar ya que el alojamiento, que son unos apartamento rurales en medio de la Sierra Subbética entre Luque y Zuheros, no dispone de servicio de comidas, solo desayuno.
Tranquilamente salgo de Baena y tras un repechón me dejo caer a una carretera que me lleva a los pies de Zuheros, la subida hasta el pueblo es bastante dura, en 2 kilómetros he de superar un desnivel de 160 metros con rampas del 10% constantes, pero bueno como diría mi amigo César “esto no es Bamby” y ya una vez arriba un par de kilómetros más me llevan al alojamiento.
Piscina del apartamento
Después del baño
Empezé el día con mal pie, ya que me levanté tarde por quedarme dormido pero el final ha sido de película. Vicente "el maestro", el camarero de Baena, el alojamiento, el entorno, la atención de Paulino, que es quien hoy le tocaba pringar, el baño en la piscina, la puesta de sol, las vistas impresionantes. Solo me falta dormir como un lirón y despertarme a la hora programada.
Mañana más