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Esto es vivir |
Ërase una vez una panda de tres jóvenes prejubilatas bankianos que decidieron hacer una matarrañeada ciclista después de semana santa. Primera etapa Xerta a Horta de Sant Joan.
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Pim, pam y arriba |
Hora prevista de salida, nueve horas, Hora real once y media. Después de un opíparo almuerzo montaron en sus máquinas corceleras. No pretendían ir en busca de una doncella secuestrada, sino acabar con un opíparo almuerzo.Para tal fin se dirigieron al santuario de la Font Calda, que de calda tenía poco no sabemos si por las restriccciones de la crísis. En tan magno paraje procedieron a comerse el plátano, perdón, la pera y la manzana dedicada a Eva. Finalizado el almuerzo, nuestros héroes prosiguieron el camino, con tan mala fortuna que uno de ellos acabó arrastrando sus fauces por el río.
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foto después del baño |
Superado el percance procedieron como vulgares pixapins, que es realmente lo que eran y no caballeros, entonando el conocido grito "camacu camacu" y haciendo más fotos que un crucero de japoneses. Pedalea que te pedalea llegan a Bot, donde sacian su hambre en Can Josep,
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Exquisito, en Bot |
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Llegada a Horta de Sant Joan |
famosa posada dotada de excelentes vistas y mejores llantares. Prosiguen su camino luchando contra el viento que como dice el refrán y es de sobras conocido por todos los ciclistas, "en la bicicleta todo te da en la cara menos el viento, que siempre te dá por culo". Subiendo el interminable desnivel de seiscientos mertros desde el inicio, llegan a Horta de Sant Joan, final feliz de la primera etapa.