domingo, 15 de abril de 2012

Aquí entramos en Teruel


Valdealgorfa al fondo
Sin ánimo de generalizar, en  estos dos días nos hemos encontrado con unas personas auténticamente profesionales del sector hostelero. Empezando en el almuerzo de llegada en Xerta, la comida en Can Josep de Bot, la cena y el almuerzo en nuestro hotel de Horta de Sant Joan, la comida en El Claustro en Valdealgorfa o el recepcionista del hotel Meseguer de Alcañiz. Sin olvidar, por supuesto, la dueña del reconvertido en Hotel de la antigua estación de Torre del Compte. Todas ellas, añaden a su trabajo un plus de amabilidad y simpatía dificil de encontrar en muchos lugares. Puede pensarse que es cosa de la necesidad debida a la crísis, pero opino que ese plus no se manifiesta si no se siente. Un diez para todas ellas.

Carne en adobo
Son como niños
Sobre la Vía Verde Xerta-Alcañiz: la próxima vez la haré Alcañiz-Xerta, que es TODO BAJADA. ¿Sabes lo que son cuarenta, cincuenta, sesenta o setenta kilómetros subiendo y subiendo y subiendo? El porcentaje de desnivel es una chorrada, un uno o dos por ciento, pero subiendo subiendo y subiendo cuarenta... Jesús dice que es por el peso adicional de las alforjas, pero Paco las lleva igual y sube comno un Jabato (Jesús también, todo hay que decirlo). ¿Anécdotas? La leche de Jesús cruzando un riachuelo donde resbalaron las ruedas de su bici. Mi desconposición de estómago (cagarrinas en cristiano) a causa de cambiar de aguas (mi versión), el cansancio (la de Jesús) o la fruta que me comí lavada con el agua de un estanque (la de Paco). La lluvia de momento no es ni anécdota, porque en la primera etapa Xerta-Horta de Sant Joan hizo un día espléndido, y en la segunda de hoy hasta Alcañiz ha llovido poco y lo poco que ha llovido nos ha servido de excusa en Valdealgorfa para echar un par de partidas de futbolín que Jesús me ha ganado con un doble ocho a cinco porque el árbitro estaba a su favor y varios de los goles los ha conseguido en fuera de juego. ¡Y ésto es todo amigos!




Esto es vivir
Ërase una vez una panda de tres jóvenes prejubilatas bankianos que decidieron hacer una matarrañeada ciclista después de semana santa. Primera etapa Xerta a Horta de Sant Joan.






Pim, pam y arriba

 Hora prevista de salida, nueve horas, Hora real once y media. Después de un opíparo almuerzo montaron en sus máquinas corceleras. No pretendían ir en busca de una doncella secuestrada, sino acabar con un opíparo almuerzo.Para tal fin se dirigieron al santuario de la Font Calda, que de calda tenía poco no sabemos si por las restriccciones de la crísis. En tan magno paraje procedieron a comerse el plátano, perdón, la pera y la manzana dedicada a Eva. Finalizado el almuerzo, nuestros héroes prosiguieron el camino, con tan mala fortuna que uno de ellos acabó arrastrando sus fauces por el río.
foto después del baño


Superado el percance procedieron como vulgares pixapins, que es realmente lo que eran y no caballeros, entonando el conocido grito "camacu camacu" y haciendo más fotos que un crucero de japoneses. Pedalea que te pedalea llegan a Bot, donde sacian su hambre en Can Josep,
Exquisito, en Bot


Llegada a Horta de Sant Joan
famosa posada dotada de excelentes vistas y mejores llantares. Prosiguen su camino luchando contra el viento que como dice el refrán y es de sobras conocido por todos los ciclistas, "en la bicicleta todo te da en la cara menos el viento, que siempre te dá por culo". Subiendo el interminable desnivel de seiscientos mertros desde el inicio, llegan a Horta de Sant Joan, final feliz de la primera etapa.