Indicación Ruta del Califato |
No me lo podía creer, he mirado el reloj y eran las 10 de la mañana y yo todavía estaba en la cama. A estas horas ya tendría que estar pedaleando por Castro del Río, que está a unos 22 Km. de Montilla. No activé la alarma a las 7,15 y mira por donde. Como el cuerpo es sabio, supongo que es lo que tenía que suceder. Salgo cagando leches y a las 10,30 dejaba atrás Montilla, sin desayunar. Espejo queda en alto y desde que salgo de Montilla tengo su imagen frente a mí. Pienso parar para tomar algo que alivie el estómago, pero los bares y restaurantes a pie de carretera han cerrado el negocio, ya en el pueblo no quiero subir, no me apetece y continuo. Aquí engancho la Ruta del Califato y por Castro del Río veo indicaciones de ello, también y me ha hecho mucha gracia señalizaciones oficiales del Camino de Santiago.
Barrio de la Villa en Castro |
Castro del Rio |
Parada en Castro del Río, le pregunto
a un señor donde puedo desayunar y me indica el sitio pero también
se interesa por lo que estoy haciendo ya que le gusta la bicicleta,
media hora hablando, todo este rato con la bicicleta entre mis
piernas. En el pueblo lo conocen por Vicente “el maestro” está
jubilado y aunque no he compartido algunas cosas por ideología, sí
que he podido comprobar que es sincero y consecuente, en definitiva
un hombre bueno.
Jamón y dos tostadas de pan con tomate
y arreando a salir disparado, eso pensaba yo, pero unos señores que
estaban en el bar me aconsejan que no me vaya sin ver el barrio de la
Villa y me indicaban para arriba. ¡Joder, para arriba no! decía yo
para mis adentros. Pues nada, pim...pam, pim...pam y a pedalear hacia
arriba. Mereció la pena, tenían razón. Salí de Castro del Río
con un buen sabor de boca por todo lo que había acontecido.
Baena |
Son las 3 de la tarde cuando llego a
Baena, el calor empieza a apretar. Me paro en el bar “El primero de
la mañana” que tiene una terraza de aquellas que sueltan vapor de
agua y estoy en la gloria, una atención exquisita por parte del
camarero y estoy hasta las 5 todo fresquito, me preparan para llevarme
una tortilla de patata y un poco de queso para cenar ya que el
alojamiento, que son unos apartamento rurales en medio de la Sierra
Subbética entre Luque y Zuheros, no dispone de servicio de comidas,
solo desayuno.
Tranquilamente salgo de Baena y tras un
repechón me dejo caer a una carretera que me lleva a los pies de
Zuheros, la subida hasta el pueblo es bastante dura, en 2 kilómetros
he de superar un desnivel de 160 metros con rampas del 10%
constantes, pero bueno como diría mi amigo César “esto no es
Bamby” y ya una vez arriba un par de kilómetros más me llevan al
alojamiento.
Piscina del apartamento |
Después del baño |
Empezé el día con mal pie, ya que me
levanté tarde por quedarme dormido pero el final ha sido de
película. Vicente "el maestro", el camarero de Baena, el alojamiento, el entorno, la atención de Paulino, que
es quien hoy le tocaba pringar, el baño en la piscina, la puesta de
sol, las vistas impresionantes. Solo me falta dormir como un lirón y
despertarme a la hora programada.
Mañana más
Como dice el dicho: "los gitanos no quieren a los hijos con buenos principios...". Me alegro que haya ido bien el día. Por cierto, una curiosidad: Paco lo de esta ruta ha sido pura casualidad o la has montado para escaquearte de las Festes de la Tardor? jajaja...
ResponderEliminarUn beso
Lydia
No estás haciendo lo de Yepes... si él podía hacerlo en Africa, tú deberías intentarlo también... ¡esas fotos pedaleando!
ResponderEliminarYo te sigo. Con envidia, pero te sigo. También es verdad que cuando te refieres a "repechones" me entran calambres, pero ya sabes lo que dijo Herodes: Si el camino hace subida... ¿paquéhtánlohpié?
ResponderEliminarKmpi
Lydia, no seas mal pensada, después de 32 años me resulta raro no aparecer por las fiestas del Pont Vell, pero ya ves se siguen haciendo sin mí, con lo cual queda demostrado que las personas no somos imprescindibles en ningun sitio.
ResponderEliminarCésar, me da mucha pereza hacer todo el montaje con el trípode para aparecer pedaleando, pero tú ya sabes quién me hacía a mí las fotos y te propongo que nuestra próxima movida en bicicleta contratemos a nuestro incondicional Kampi para que nos haga el reportaje, que para eso estudió una carrera a los 40 años, tú y yo sin cámaras, vale? A que sí Kampi?